La desigualdad, la exclusión, la indolencia, la orfandad de empatía, la violación, la pobreza, la falta de una oportunidad laboral, el desplazamiento forzado, o las drogas; invisibilizan una vida, muchas vidas, otras vidas que alguna vez tuvieron ilusiones sin estrenar, sentad@s en el pupitre escolar soñando con ser respetad@s por la sociedad que les expulsó todos sus derechos. L@s 8.000 que fueron contados por las cifras oficiales de Medellín (en el 2022) le estorban a quien se da golpes de pecho en la misa dominical porque le ensucian su estrato: a Yeimi, a Juan Diego, a Rosana, o a Luis Ángel, les rebautizan para justificar su desaparición: gamines, desechables, mendigos, habitantes de calle, escorias, bazofias, estorbos, drogadicto; palabras que significan, ¡táchenlos!
“Qué pena que alguien los vea en la cuadra escarbando la comida que otros botan”, comenta la doña pelimorada a quien no se le destiñe el alma con su fingida actitud de santa, cuando el curita del barrio le da la comunión. A usted doña, y, a mí, nos deberíamos avergonzarnos porque nada hicimos para evitar las causas que l@s arrojar@n a la intemperie, donde el frio es la cobija y el hambre la almohada.
Al final de su jornada – oliendo su discriminación – la doña se santigua al acostarse en su cómoda cama, suplicando no despeinar su cabello entre impunes ronquidos, mientras que Rosana o Luis Ángel buscan un rinconcito de esta insensible ciudad (como todas las ciudades) esperando estar viv@s cuando amanezca.
Junio 28 de 2023
(Día de horrorosas confesiones ante la JEP)
Y se los llevan para sacrificarlos a nombre de la seguridad democrática y las señoras rezanderas y los señores de bien respingan de tranquilidad.
Gracias Fercho por tu lealtad lectora. Te espero en la próxima.
Muchos de los personajes de la calle fueron alguna vez seres de otro estrato que de la noche a la mañana dejaron que sus mundos se estrecharan y casi los asfixiara,algunos por la droga o por su ambición desmedida.
Horacio, gracias por estar ahí – como la luna, – leyendo y comentando lo leido.
Los habitantes de calle los encontramos en la mayoría de las ciudades del mundo y muchos son inofensivos y útiles, por causas adversas del destino llegaron a la indigencia y ayudan a reciclar desechos que contaminan el ambiente. Una minoría a pesar de tener oportunidades y familias, adictos a a las drógas, prefieren la indigencia.
Jaime, gracias por leer y comentar la crónica. Te espero en la próxima.
“ El habitante de calle es el producto de una sociedad decadente , en donde la lujuria, el ansía de poder y la ambición , amasan fortunas haciendo harina a los demás.
En el habitante de calle hay un padacito de cada uno de nosotros, que hemos sido indiferentes con quien tenemos al lado . Sensible crónica profesor Barrientos”
Rubencho. Gracias por valorar esta crónica. Te espero en la próxima.