No es difícil

Intentarlo

Los mismos apellidos de siempre (desde siempre) han disfrutado los privilegios que da la ocupación de los puestos públicos, aumentándose la creencia (entre ellos) que sin ellos nada funciona.

Para comprender el anterior párrafo, regresemos al 9 de noviembre de 1962, cuando en la emisión vespertina del radioperiódico Clarín, el alcalde Darío Moreno Restrepo (quien gobernó a Medellín, entre el 21 de septiembre de 1962, y el 8 de julio de 1963) expresó con voz desactualizada: “son sencillamente aterradoras las necesidades de la ciudad”. Es decir, el señor Moreno redescubrió que el agua moja.

Han pasado 61 años de esa declaración y nada ha cambiado, ni cambiará, si la gente no tiene empleo digno, con salario que alcance para vivir como merece vivir. Lo dicho por ese alcalde – quien nunca supo que era fiar una libra de chicharrón – (además de ser el suegro de otro exalcalde de la ciudad que luego se hizo expresidente del país) quedó en morrongas palabras. Lo que no dijo Moreno Restrepo al periodista, es que ese año, el Instituto de Crédito Territorial fundó el barrio Florencia (al noroccidente) dándole la oportunidad a dos mil familias de aportar su trabajo (los fines de semana) para abaratar costos, y así tener la casita soñada; como lo expresó el mismo noticiero radial, el 24 de marzo de ese año, elogiando este esfuerzo comunitario. Logro que aplaudieron los 705. 000 habitantes del territorio citadino. Del barrio Florencia aprendimos que, si se democratizan las oportunidades, entre los más vulnerables, no se empobrecen los privilegios de nadie porque todos necesitamos oler la equidad sin que nos regalen nada.

Octubre 2 de 2023

(Imagen tomada de Mapcarta)