Morbo menú

Sin censura

No se hallaba porque todo le estorbaba. Se paraba, se sentaba, su desespero rascaba, sus uñas sudaban, gritaba que el sol lo ahogaba y sólo su saliva le refrescaba. Hasta la memoria le falló, porque no recordaba las casi 2000 calorías de la Bandeja Paisa que su hambre recién devoró.

Así de exagerada (como la anterior descripción) es la historia sobre el origen de este plato antioqueño que no nació en Medellín sino en Bogotá, pues eso afirma el imaginario de una ración nada gourmet, designada por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia – COTELCO – con un robusto nombre.

 

Esta delicia que supera las 600 calorías que debe poseer toda ración razonable al almorzar, tiene su propio mito: Al propietario de un restaurante en Bogotá, Hernando Giraldo, de ADN caldense, en los años sesenta, le solicitaron el menú referente de esas montañas. El tipo acudió al frijol, al arroz, al chicharrón, al chorizo, a la carne molida, al huevo frito, a la morcilla, a la tajada de maduro, a la arepa y al aguacate; como lo hacían los arrieros de esta zona de la patria a mediados del siglo XlX, cuando de madrugada sus esposas les empacaban el fiambre para sus largas caminatas mientras sus mulas arriaban.

Y como al comienzo de esta crónica (donde se describen los excesos) los carbohidratos multiplican su protagonismo en esta porción cocinada (que llena porque llena) ya que el contenido de una bandeja equivale a consumir siete hamburguesas gringas, de una, para después preguntar suplicante: “¿me vende un Alka Seltzer?, por fa”.

Abril 11 de 2021

pensamientos de 11 \"MORBO MENÚ\"

  1. El mero hecho de mostrar la bandeja paísa hace que la boca se llene de ganas, yo no necesito alkaseltzer, un paquete de bombas puede servir para los gases y todo el helio que pueda emanar de ese lugar que eructa a su manera.

  2. Una crónica con olor y sabor antioqueño. Me recuerda algunos textos escritos sobre la cocina, entre ellos: -«la cocina de la escritura» de Daniel Cassany,» Tratado de culinaria para mujeres tristes «de: Héctor Abad Faciolince y» Afrodita: cuentos, recetas y otros afrodisíacos» de Isabel Allende.
    Seguimos deleitándonos con tus crónicas amigo Héctor.
    Gracias.

    1. Horacio. Gracias por leer y comentar esta crónica con sabor a vos, a tu Alejandría de siempre, a tus palabras literarias. Como siempre te digo, espero en la próxima.

  3. “A mi no me da por pensar si me paso de calorías en ese momento, simplemente me dedico a degustar dicha bandeja , así como degusto estas crónicas , que despiertan en uno el hambre de digerir la siguiente, así y nos pasemos de calorías mi gran profesor Barrientos. Que gran homenaje a nuestras costumbres ancestrales”
    Excelente crónica , me quede con hambre 👌🏼

  4. Yo no soy paisa, pero desde antes de venirme a estudiar a Medellín, venía con frecuencia en vacaciones y mi hermana y su esposo, ambos Momposinos, me invitar a almorzar y yo, ni corto ni perezoso, pedía mi bandeja paisa, deliciosa, llenadora y no necesitaba Alkazeltzer, ???? delicatessen colombiana

  5. La bandeja paisa, famosa en Colombia, no solo en Antioquia. Me agrada comerla, aunque después quede preocupado por el posible aumento del colesterol en sangre. Vale la pena afrontar el riesgo.

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