Fabiola Lalinde

(1938 – 2022)

“¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento”.

Rubén Blades

Una noche acudí a la Casa – Museo de la Memoria (en el barrio Boston) para escuchar la heroica tarea de una dama que conocía a través de los medios de comunicación. De ese momento me quedó el abrazo que le solicité – después de terminada su intervención – para sentir cercana su admirable valentía. Recuerdo ese humano abrazo al enterarme hoy de su muerte; fecha en que decidió viajar para reencontrarse con su hijo mayor, después de 38 años de ausencia, porque sus 84 años fueron suficientes para enseñarnos que la historia de Colombia no es el cuento que conocen los turistas.  84 años fueron suficientes para que doña Fabiola Lalinde indicara que el país necesita curarse para que aprendamos a vivir sin histeria. Sus 84 años fueron suficientes para demostrarle al Estado que la verdad no se oculta sobre tumbas ignoradas.

Su primogénito Luis Fernando, estudiante de sociología en la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín, fue desaparecido por integrantes de un Batallón Militar, el 3 de octubre de 1984; y, desde entonces, su rutina se obsesionó en encontrar sus huesos, sin renunciar a las amenazas que le hicieron, ni al encarcelamiento injusto que un montaje judicial creó. Sin embargo, en sus 84 años acompañó a los familiares de otras víctimas (incluyendo militares) a hallar a quien en vida ocupara el corazón de un hogar. Esta lección de tesón y amor resumen a doña Fabiola, quien me volverá a abrazar, ¡cuando nadie desaparezca!

Marzo 12 de 2022