Así sea un ratico

Reencontrémonos

El lunes 5 de febrero de 1982, a las seis de la tarde, aun no oscurecía en el salón de clase (ubicado en el tercer piso de la estrecha Autónoma Latinoamericana) donde se hospedó la expectativa semestral de las utópicas miradas, que observaban ansiosas lo que sería su rutina académica hasta graduarse de Licenciados en educación, un 7 de diciembre de 1985, cuando la palabra pandemia no existía en nuestro juvenil entusiasmo.

Fue Jairo Salazar, un profe quien convocó esa noche a la indomable rebeldía que poseíamos, iniciando su argumento pedagógico con una congelada pregunta: ¿qué es la historia? Todos veíamos la timidez sin respuesta en cada uno de los rostros exentos de arrugas. ¡Bueno! no de todos, porque había unos seis
estudiantes (y no éramos nosotros) que nos llevaban más de dos lustros de canas.

 

A partir de ese instante (hace casi cuarenta años) entendimos que recordar es volver a pasar por el corazón las experiencias dejadas, por eso, cuando chateamos – nos tocó cambiar a la brava nuestra dinosaurica forma de comunicarnos – aunque nada nos digamos, nuestras almas guardan la lealtad del
tiempo ido, sin importarnos en la actual etapa de la penúltima madurez en que estamos, cuánto nos escribimos.

Hoy, sólo nos importa vivir todo lo que sea humano: conversar, bromear, recordar, reír, volver a recordarnos, volver a mamarnos gallo, o brindar con tinto este reencuentro; igual que en ese entonces, cuando no teníamos ni el pasaje para volver a casa después de cada jornada de estudio. Sabemos que, en nuestra actual edad, cada año cumplido acelera la próxima celebración. ¿Has vivido Rubén Darío Villada Torres, tal sentimiento de prisa en tu prolongada existencia?

Lo importante para nuestras vidas – en este preciso momento – no es la seriedad de las letras, ni la lectura compulsiva, ni la equidad del mundo, ni conseguir plata (nunca la tuvimos porque nunca la buscamos) ni el protagonismo de la pregunta que nos hizo el profe Jairo en nuestro estrén universitario, ya que, con tanta vida acumulada, lo realmente significativo es volver a mirarnos sin cuestionario alguno (como no nos sucedió, sentados en el pupitre de aquella remota noche, cuando la timidez nos impidió hacerlo) Ahora comprendemos que juntos hemos dibujado tanto el pasado que nos conocemos lo suficiente, así, no nos veamos sino un ratico, como en este preciso momento.

Medellín, diciembre 29 de 2021

pensamientos de 8 \"ASÍ SEA UN RATICO\"

  1. » Un canto al amor , con visos de nostalgia en esta magistral cronica amigo y profesor Barrientos. Un homenaje a las miradas sin ambages con sentimientos profundos . Un encuentro de amigos y un recuerdo con esperanzas por el proximo re-encuentro…..Abrazo fraterno lleno de toda nuestra gratitud por siempre»

    1. Rubencho, muchas gracias por ese comentario sobre este texto, el cual, sin duda alguna, lo escribió tu corazón. Como siempre te lo expreso, te espero en la próxima crónica para reencontrarnos.

Responder a Horacio Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *