A desaprender

Para comprender la lección

Desaprender es cambiar de clase, y cambiar la clase es ver, sentir, decir, vivir, reconocer lo mismo pero diferente, para volver a aprender lo desaprendido. Sólo es posible la utopía cuando existe voluntad de cambio, de transformación, de rediseñar lo que las nuevas generaciones desconocen porque las anteriores tampoco conocieron. Me refiero a la equidad, que no puede ser un imposible porque su ausencia nos distancia a todos, en todo. Porque somos soberbios acumuladores de todo, fotografiamos nuestra egolatría para impresionar al otro, a ese otro que habita la casa, el aula, la calle, la esquina, el juego, el barrio, la ciudad o el país, con el simple pretexto de inflar la vanidad, la misma que nos invita a recordar cuando perdemos, que nadie está aquí para chicaniar con lo que acumula, sino para vivir con simplicidad nuestra brevedad en este planeta; que la inequidad también acabó.

Equidad es distribuir lo que existe para que alcance para todos, los significados de dignidad. Redistribuir es volver a repartir lo que está perversamente dividido. “Todo pa’ mí, y pa’ vos, pues jodéte”.

Entonces, hoy la tarea es volver a accionar el verbo redistribuir. ¿Qué? Pues todo: el saber, el amor, el dinero, la comida, la responsabilidad, la gestión, el privilegio y el apego. Redistribuir es subrayar la vida de todo lo que tenga vida para no colocar, por encima de esa vida, los chécheres, las cuentas bancarias, las compras de más chécheres, la indiferencia ante el dolor o el hambre del otro, de ese otro que debo respetar con justicia.

Porque nadie es dueño de nada – porque en un momento del tiempo tachan nuestro nombre y pondrán el de otro como otro dueño – debemos aprender que la solidaridad es justicia, que la equidad es justicia, que el gobierno (en la casa, en la escuela, en el parque, en la cuadra) equivale a crear estrategias que diseñen la dignidad del otro. Así reaprendemos que somos A con B, y no, A sobre B.

Cuando logramos mejorar la condición de la vida ajena, todos cabremos en la sostenibilidad de empleos dignos y bien pagos, cabremos en el uso mesurado del recurso natural, cabremos en la inclusión de todas las diferencias, cabremos en la democratización; lo que significa reconocernos como parte de un todo, y no lo contrario: todo para mí… Reconstruirnos a diario es entender que no estaremos aquí por siempre, lo que traduce que todos tenemos derecho a sonreír, a enamorar una nube, a soñar silbando, a dormir tranquilos, a despertar cada amanecer esforzándonos por dejar nuestra historia mejor de lo que la encontramos, para disfrutar el olor a planeta.

Invertir el valor que le damos al dinero, el cual arrasa con todo lo esencial (recuerda que esencial es lo que no vemos) con lo que no podemos comprar, con lo que no podemos mostrar, ni tocar, ni oler Y la vida misma, la de mi vecino, la de un árbol, la de una abeja, la de una matica, la del aire, la del sol, la de una gótica de agua, es más, pero mucho más valiosa que los millones de pesos que guardan los bancos, porque sin vida, la plata sólo sirve para estorbar.

El día que no haya reversa para valorar lo esencial, comprenderemos que nuestro afán de riqueza fue inútil. Por eso, quiero expresar, que el día que respetemos lo imprescindible (lo esencial) ese día la humanidad podrá tatuarse en su alma, “confieso que he vivido”, frase que recuerda al poeta Pablo Neruda, así, haya dejado de existir hace cuarenta y ocho años, porque la memoria le da vida para volver a aprender, que, si somos justos, en todo y con todos, abrazamos el sentido de la vida.

Mayo 28 de 2021

pensamientos de 6 \"A DESAPRENDER\"

  1. He vivido con muchos apegos,pero llega un momento en que hay que soltar para disfrutar de cada cosa que vemos,olemos ,senntimos…
    Hay quienes se apegan tanto a lo material que ni en sus últimos momentos quisieran dejarlo.
    Es hora de vivir y disfrutar desde lo mìnimo de cada momento.
    Gracias compañero y amigo por recordar estos momentos.

  2. He vivido con muchos apegos,pero llega un momento en que hay que soltar para disfrutar de cada cosa que vemos,olemos ,senntimos…
    Hay quienes se apegan tanto a lo material que ni en sus últimos momentos quisieran dejarlo.
    Es hora de vivir y disfrutar desde lo mìnimo de cada momento.
    Gracias compañero y amigo por recordar estos momentos.

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