Rubén Darío Villada Torres

Cree en los demás

 

“Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza”

                                             Mario Benedetti

 

– “¿Qué pasa campeón?”. Le pregunta mientras un golpecito conmueve la ingenuidad de la espalda.

– “Los guayos me quedan grandes. Se me salió éste (señalando el izquierdo) cuando cobré el penalti. Por eso lo boté. El niño que me los prestó es más grande que yo”. Una ahogada respuesta escuchó.

– “Vamos”. Me dijo.

Y de una llegamos al centro comercial Obelisco a una tienda de deportes donde un par compró.  No sólo el niño lloró. El papá, la mamá, y el hermano menor inundaron de felicidad la alegría vivida en el Festival infantil, que cada año, en la cancha Marte se convoca. Lo que nadie imaginó es que ese niño, Juan Pablo Castañeda, once meses después fuese llamado a la selección Antioquia sub 13, para que represente al Departamento de Antioquia en el torneo nacional más importante de la categoría. Generosidad fue la primera palabra que dijo antes de decir má. Antes de juntar vocales supo que abrazar era el verbo requerido para sentirse cercano. Generoso debió haber sido su apellido porque testimonia el desapego a acumular chécheres cuando expresa: “no hay que dar lo que sobra, sino lo que se necesita”. Creyente de su creencia (respetuoso con otras creencias) Rubén Darío Villada Torres es el parcero que elegí por convicción.

Del dialogo que da origen a esta crónica fui testigo cuando juntos asistimos a un partido del Baby Fútbol (en 1985 se organizó el primer torneo) en la cancha satélite del Atanasio, en una soleada tarde de enero de 2024, siendo esta otra lección aprendida del amigo al invitarme a saludar a un niño que no conocíamos, y quien acababa de perder el juego, al observar en sus ojos una abrumadora llovizna de impotencia. Esta pequeña anécdota dibuja el enorme corazón de quien en 1982 conocí en La Universidad Autónoma Latinoamericana siendo estudiantes con muchas dudas históricas, como las de “Tormenta”, el tango escrito por Enrique Santos Discépolo en 1939, su himno musical en “El Torrente” (tradicional bar del barrio Prado de Bello) cuando regresa a sus nostalgias. En ese entonces Rubencho (como le llamo) aportó su esfuerzo para crear La Biblioteca Comunitaria de Niquía (su barrio natal) en el norte del Valle de Aburrá. Desde entonces le conozco con la fe intacta en la humanidad porque en aquella época, siendo empleado de un almacén de Medellín (que fía porque en vos confía) dar oportunidad laboral a jóvenes desempleados se convirtió en su misión, costándole tanta solidaridad el puesto.  En busca de otras opciones de trabajo el 12 de marzo de 2005 emigró, y, en Atlanta (Estados Unidos) su empatía no desapareció. Desde allí continúa acompañando compatriotas en la ruta de sus sueños. Doña Amanda y Toño (sus padres) le formaron para ayudar a quien lo necesitara, reafirmando entre sus 8 hermanos esta herencia familiar. Sin ruido alguno se convirtió en embajador (sin nadie nombrarlo) al tejer dignidad entre sus paisanos ayudándoles a gambetear el estigma gringo por ser migrantes. Su liderazgo borra prejuicios sobre el país que esa Nación sigue marginando. Creer en los demás es su legado para que nadie llore cuando no tenga respuesta a la solución de un problema, como le sucedió a Juan Pablo al calzar su talentosa inocencia infantil en un par de colosales guayos.

Abril 13 de 2025

pensamientos de 14 \"RUBÉN DARÍO VILLADA TORRES\"

  1. Sincera semblanza sobre la sencillez, la bondad y la solidaridad de una persona que antepone a su egoísmo su generosidad, sin esperar nada a cambio.
    Fuerte abrazo para vos y para Rubencho, tu fiel parcero.

  2. Conmovedora historia que mueve a reflexionar sobre ser solidarios con los semejantes para sentir que somos humanos en esta brevedad de vida.

  3. Emotivo relato que resalta la importancia de la generosidad y el apoyo desinteresado a los demás. Un gesto de solidaridad puede cambiar positivamente la vida a las personas. Se necesitan muchos Rubén Darios en nuestro entorno para que la solidaridad y la ayuda mutua sea el eje fundamental del accionar humano.

    1. Jaime. Tus palabras enriquecer este reconocimiento a Rubencho. Y sí que encesitamos personas como él para evitar tanta desigualdad por culpa de la ambición.

  4. Sobre Rubencho y su ya legendaria bondad ilimitada, hay numerosas historias de vida que superan el concepto de la anécdota, son historias … como sucedió en una finca en la que se estaba de paseo, y un vendedor de vereda ofreció unos helados, Rubén le indaga sobre lo vendido hasta el momento, casi al mediodía, y el vendedor feliz le responde que ya ha vendido 3 paletas, todavía le quedaban 25 por vender. Rubén se las compró todas y además lo invitó a almorzar!! Casi lo invita a la piscina !! Así es Rubén!! Así ha sido siempre porque desde muy joven supo que la riqueza no es el saldo acumulado de tu cuenta de ahorros -que no deja de ser motivo de alegría y tranquilidad, por supuesto – sino y sobre todo el hacer sonreír con alegría y esperanza a quien cree que la felicidad no hace parte de su maleta de viaje en esta vida.

    Esta sonrisa y esta esperanza, por ejemplo, fue la que le hizo surgir a una persona que en su niñez recibió también un regalo de Rubén: un par de guayos para poder presentarse a una prueba de fútbol. Poco después este niño ya joven, recibió el apoyo de Rubén para obtener su libreta militar y poder seguir tras su sueño. Ese niño, ese joven, lo conoceríamos poco después como el gran Totono Grisales. Ahi también estuvo el alma generosa de Rubén!!
    Se de todo esto, porque además soy su hermano.

    1. Gracias José Manuel por escribir este reconocimiento a un ser imprescindible: tu hermano. Sientete orgulloso de tu parentesco porque es un referente para quienes aprendemos de él, el desapego por el mundo material.

  5. Mi gran profesor, gracias por tan inmerecido homenaje en esta sentida cronica; aprendi hace muchos años por mis padres, que lo unico que nos llevamos de esta vida es lo que hagamos por los demas. Quedo muy comprometido de no perder nunca mis convicciones de ayudar a quien mas lo necesite, me hiciste sonrojar.
    Abrazo fraterno.

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